Las mujeres indígenas en América Latina constituyen no solo un grupo significativo de población, sino que desempeñan un papel fundamental en la seguridad alimentaria, la erradicación del hambre, la preservación de la biodiversidad y la gobernanza de los territorios ancestrales. A pesar de esto, la invisibilidad de las mujeres indígenas en las políticas públicas y los programas de acceso a la tierra y los recursos naturales sigue siendo una de las barreras para alcanzar la equidad de género y la justica social.