A pesar del avance en los derechos de las mujeres, los derechos a la tierra y a la seguridad de su tenencia no son disfrutados igualitariamente por mujeres y hombres en muchas partes del mundo. Esto vulnera los derechos humanos internacionales, ejerciendo asimismo un impacto negativo sobre los hogares y la economía. Los temas de género referidos a la tierra son complicados. Involucran territorios sociales y culturales sensibles y desafían estructuras de poder profundamente enraizadas.
Según un nuevo informe presentado hoy por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), los proyectos de desarrollo que integran las inversiones en los pueblos indígenas rurales, los jóvenes y las mujeres con medidas para adaptarse al cambio climático tienen más probabilidades de tener éxito en América Latina y el Caribe.