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Este informe se basa en el imperativo de evitar el colapso de la biodiversidad sin olvidar el respeto a la tenencia y los derechos humanos de PI, CL y AD[26]. Asimismo, al formular las siguientes preguntas, busca destacar los riesgos y las oportunidades para los PI, las CL y los AD inherentes a la expansión propuesta de las áreas de conservación:
Se deben tomar con urgencia acciones para evitar la destrucción de la biodiversidad en todo el planeta. Distintos gobiernos, organizaciones y conservacionistas han planteado propuestas para incluir del 30% al 50% de la superficie terrestre bajo regímenes formales de “protección y conservación”[1, 2] en un esfuerzo por proponer soluciones y abordar la doble crisis de la biodiversidad y el cambio climático[3-7]. Sin embargo, debido a que a menudo áreas importantes para la conservación de la biodiversidad coinciden con territorios que habitan y reclaman los pueblos indígenas (PI)i, las comunidades locales (CL)ii y los pueblos afrodescendientes (AD)iii, la ampliación o expansión de la conservación de la diversidad biológica puede repercutir considerablemente en esas comunidades. De hecho, la historia de colonialismo de la conservación ha contribuido al creciente número de abusos de derechos humanos[8-11], desplazamientos[12-18] y formas de violencia cada vez más militarizadas[19-24] en aras de proteger la biodiversidad. Se estima que unas 136 millones de personas fueron desplazadas en el proceso de proteger formalmente la mitad de la superficie existente de áreas protegidas (8,5 millones de km2)[16].
El borrador actual del Marco mundial para la biodiversidad post-2020 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) incluye el objetivo de salvaguardar al menos el 30% del planetaiv por medio de áreas protegidas y otras medidas eficaces de conservación (OECM, por sus siglas en inglés)v. No obstante, a la fecha, no se garantiza el pleno respeto y la promoción de los derechos de los pueblos indígenas (PI), las comunidades locales (CL) y los pueblos afrodescendientes (AD). Si los actores de la conservación, los gobiernos, los PI, las CL y los AD trabajan de forma conjunta, ese nuevo marco global, de diez años de duración, podría rectificar enérgicamente la historia de colonialismo de la conservación, al igual que empezar a descolonizarla[25], al participar significativamente en la aplicación de enfoques para una conservación basada en derechos y dirigida por las comunidades. Si se considera que 190 países se encuentran en las negociaciones del Marco mundial de las Naciones Unidas para la biodiversidad post-2020, lo anterior constituye una gran oportunidad para codificar un enfoque de conservación basada en derechos.
Este informe se basa en el imperativo de evitar el colapso de la biodiversidad sin olvidar el respeto a la tenencia y los derechos humanos de PI, CL y AD[26]. Asimismo, al formular las siguientes preguntas, busca destacar los riesgos y las oportunidades para los PI, las CL y los AD inherentes a la expansión propuesta de las áreas de conservación: