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Biblioteca Jóvenes y proyectos de vida en Tierra Blanca

Jóvenes y proyectos de vida en Tierra Blanca

Jóvenes y proyectos de vida en Tierra Blanca

Resource information

Date of publication
Agosto 2013
Resource Language
ISBN / Resource ID
IPDRS-Diálogos-109
Pages
4
License of the resource

Resumen comentado:
Diversos autores han mencionado la heterogeneidad de la juventud en los territorios rurales y recomiendan investigaciones que identifiquen y caractericen las tipologías y presten mejores insumos para políticas públicas diferenciadas, además de las generales. El presente trabajo intenta dar respuesta al vacío de categorías que muestran esas diferencias en estudios de base sobre las juventudes rurales de la actualidad, a partir de un trabajo que proveyó de insumo al diseño del Programa Nacional de juventudes Rurales en Costa Rica, realizado con el liderazgo del Ministerio de Agricultura y  la alianza estratégica de una red de 14 instituciones públicas y privadas en ese país.
 
Jóvenes y proyectos de vida de vida en Tierra Blanca
 
*Rafael  Mesén Vega  
El presente artículo está basado en la investigación, realizada por el mismo autor, denominada: “La situación educativa y ocupacional de los jóvenes rurales y su implicación para la economía familiar, la sostenibilidad del agrosistema y sus proyectos de vida”. Estudio de caso en Tierra Blanca de Cartago, Costa Rica.
La  investigación es un estudio de caso instrumental, lo que permite conocer y profundizar situaciones de paradoja que se dan en muchos contextos, y con el cuidado de las y los lectores potenciales, se pueden hacer inferencias. Por ello, además de los insumos para la formulación de políticas públicas diferenciadas, el trabajo propone una metodología de triangulación de métodos cuantitativos, cualitativos y documentales para realizar estudios de base de tipologías en otros países. Esta es la razón por la cual el artículo no ahonda en el contexto sino en la situación educativa de las y los jóvenes de Tierra Blancay su influencia en el proyecto de vida de las juventudes identificadas. 
Estratificación de la juventud rural según educación primaria
En Costa Rica, Tierra Blanca es un distrito rural perteneciente al Cantón Central de la provincia de Cartago, a 15 kilómetros al norte y a una altura entre 2100  y 2300 metros sobre el nivel del mar. Regularmente, la temperatura oscila entre 15 y 19 grados centígrados, la precipitación pluvial promedio es de 1420 mm y la humedad relativa promedio está entre 85% y 90%. Por esas condiciones climáticas, Tierra Blanca se caracteriza como zona de bosque húmedo montano bajo. El principal medio de vida de la población es la agricultura intensiva para la producción de cebolla, papa y zanahoria.
La escuela permite a niños y jóvenes una experiencia de vida donde se integran socialmente. Sin embargo, a partir del egreso de la primaria, los jóvenes experimentan la realidad de una fuerte estratificación cultural, socioeconómica y de género. En un contexto agro productivo, los agentes de socialización que inciden en la permanencia o exclusión de las y los jóvenes en la educación secundaria regular en Costa Rica son: el sistema educativo los medios de comunicación, los pares o jóvenes de similares condiciones de vida en la zona, la familia y el contexto agro productivo.
Con base en el análisis de los factores endógenos y exógenos a la familia, que inciden en el ingreso o la exclusión de los jóvenes a la educación secundaria regular se pueden identificar cinco tipologías según la  actividad principal que realizan, una vez concluida su educación primaria: asalariados, estudiantes de tiempo completo, trabajadoras del hogar sin remuneración, trabajadores familiares sin remuneración y microempresarios.
Esa perspectiva explica la afirmación de que los jóvenes rurales no constituyen un grupo etario homogéneo (VERDIÈRE A. 2002. juventud rural y medios de vida sustentables. Progresos y  desafíos pendientes. Consultado el 18 de enero de 2005. Disponible en: http:// www.iica.org.uy.//relajur) y (REUBEN, W. 1990. La juventud rural en América Latina y el Caribe. IICA. Costa Rica. 91p.).
Aunque se suele considerar que la juventud rural está compuesta por un grupo de personas que comparte particularidades, problemas y desafíos análogos dentro del grupo generacional hay, en la práctica, grandes diferencias según los niveles socioeconómicos, la región donde se encuentren, las relaciones de género, el tramo de edad y el grupo cultural al que pertenecen. Cada categoría se caracteriza por condiciones de vida y conductas distintas, que influyen sobre el despliegue de sus potencialidades  para forjarse un futuro propio.
En el caso de la juventud de Tierra Blanca, la fragmentación produce tres condiciones que se deben considerar en la planificación de políticas para este grupo de población. En primer lugar, menor visualización de la juventud en la comunidad, pese a que participan activamente en la economía familiar y comunitaria, al punto de considerar  impensable, sin ellos, el desarrollo de la producción, el comercio y la industria agrícola. En segundo lugar, están sus dificultades de cohesión social, ya que no tienen organización como grupo que demande servicios, por ejemplo, como lo hacen los productores o las mujeres de la comunidad. En tercer lugar, la ausencia de atención interinstitucional porque, aunque hay servicios específicos como los embarazos en adolescentes, lucha contra las drogas; entre otros,  las instituciones carecen de políticas públicas integradas para la juventud rural.
Por todo ello, las instancias operativas de las instituciones públicas de mayor presencia en Tierra Blanca, no reciben  presión desde los mandos de la jerarquía política para atender a los jóvenes, ni presión de la misma juventud en la localidad, debido a su fragmentación, invisibilización y falta de organización y empoderamiento. 
¿Proyectos de vida o estrategias de supervivencia?
Frente al prejuicio de que los jóvenes rurales solamente tiene estrategias de supervivencia, varios investigadores están empeñados demostrar que, por el contrario, poseen pensamiento y acción estratégicos. Sin embargo, hace falta mayor investigación sobre el tema, ya que, al constatar esa potencialidad, sería prioritario brindarles oportunidades y soluciones alternativas para que decidan sus propias opciones dentro de las estrategias más apropiadas para cada caso individual (CEPAL. 1996. Juventud rural: fuerza de modernidad y democracia.En: Juventud rural modernidad y democracia. CEPAL/UNICEF/OIJ.Santiago de Chile, 260 p.) y (RODRÍGUEZ E.1996. Los desafíos de fin de siglo y la problemática juvenil rural en América Latina. En Juventud rural modernidad y democracia. CEPAL/UNICEF /OIJ .Santiago de Chile, 260 p.).
De acuerdo con Durston (DURSTON, J. 1996. Estrategias de vida de los jóvenes rurales en América Latina. En Juventud rural modernidad y democracia. CEPAL/UNICEF/OIJ. Santiago de Chile, 260 p.), para que las políticas tengan algún efecto positivo, se debe tomar en cuenta los objetivos de los diferentes actores sociales y las estrategias que siguen para conseguirlos. Conocer esas estrategias, sus obstáculos y sus condicionantes, es un primer paso para integrar a los jóvenes rurales como los importantes actores sociales que son en las sociedades.
Situación ocupacional y proyectos de vida
Con base en la caracterización de las perspectivas ocupacionales de la juventud rural de Tierra Blanca, se está en condiciones de afirmar que los trabajadores asalariados no visualizan oportunidades para dedicarse a una actividad propia en el área de la agricultura, el comercio o la industria porque, en general, ni ellos ni sus padres tienen los medios, como tierra y capital, para emplearlos o heredarlos. Tampoco visualizan la ayuda del gobierno para apoyarlos en las actividades productivas. Por ello, visualizan su futuro en los proyectos académicos y profesionales. Sin embargo, es un proyecto que no concuerda con la realidad, debido a factores como la creciente disyuntiva entre trabajo y estudio; la flexibilidad de los padres para que los hijos tomen la decisión ocupacional a temprana edad; la escasa o nula cobertura de programas educativos adecuados a este segmente poblacional y  a la insuficiente inversión que los mismos jóvenes están dispuestos a hacer en su educación.
Pese a ello, los jóvenes asalariados tienen el potencial de ahorrar para invertir en educación o invertir en pequeña escala en las actividades productivas, ya que existe el antecedente histórico de que muchos padres así lo hicieron. Pero la influencia de la sociedad de consumo y del medio es tal que la mayoría gasta su salario en bienes de consumo (pasar lo mejor posible el momento). Esto provoca que el escenario futuro de los jóvenes trabajadores sea seguir siendo peones, con el agravante de que después formarán familias a las que tendrán que mantener con el mismo dinero de jornal, por lo que se espera que reproduzcan su situación de pobreza.
Cuando se trata de estudiantes, la estrategia de vida para alcanzar una profesión o un futuro mejor es viable, ya que en Tierra Blanca se identificó consistencia entre sus planes y expectativa de vida y la realidad potencial de quienes logran egresar de la secundaria. Una vez que concluyen sus estudios secundarios y universitarios, los jóvenes estudiantes pueden optar a mejores oportunidades de estudio y de empleo fuera de la localidad porque no las encuentran en la comunidad. En general, aunque los jóvenes no migran, Tierra Blanca se convierte para ellos en un pueblo dormitorio.
En el caso de las jóvenes trabajadoras del hogar sin remuneración, mujeres en su totalidad, ellas sueñan con ser profesionales, sin embargo, su realidad de dedicación exclusiva a la actividad doméstica no es coherente con esos deseos y compite con los horarios de la educación formal, por lo que quedan excluidas de esa oportunidad.
Todavía en Tierra Blanca muchos padres contemplan como estrategia de vida que sus hijas se casen con un agricultor que las mantenga económicamente. Sin embargo, actualmente la mayoría de las jóvenes dedicadas a  los oficios domésticos del hogar no contemplan esta posibilidad como una estrategia de vida viable para lograr su autonomía y desarrollo personal, ya que ni los hombres ni ellas desean casarse a una edad temprana y, más bien, postergan esa decisión por mucho tiempo.
De hecho, actualmente los jóvenes de Tierra Blanca no se casan a temprana edad porque ven el matrimonio como responsabilidad y compromiso. Los hombres visualizan el matrimonio como una atadura que a la vez es una forma de perder la oportunidad de disfrutar de las fiestas y la vida. Mientras que las mujeres son pesimistas respecto al matrimonio y se resisten a casarse debido a la relación de desigualdad que notan entre hombres y mujeres en sus mismos hogares y en la comunidad; a la práctica aceptada de la infidelidad de los varones, y a la despreocupación que éstos muestran con respecto a la vida futura. Otra de las razones por las cuales los jóvenes no se casan, es que no tienen posibilidades reales de obtener una vivienda, debido a su alto costo  y porque en la comunidad no hay ofertas de alquiler.
Los jóvenes trabajadores familiares sin remuneración, tienen como proyecto de vida ser exitosos, con poder económico y con respeto de la comunidad, ya sea que cuenten con tierra heredada o propia,  adquirida con sus ganancias en la agricultura familiar. En el estudio se comprobó que algunos jóvenes trabajadores familiares pudieron realizar su proyecto de vida de trabajar por cuenta propia gracias a que sus padres tuvieron éxito en sus empresas y disposición para proveerles los recursos necesarios. Sin embargo, para una gran mayoría, la viabilidad de la estrategia de vida es relativizada por la actual situación de altos costos de producción; la sensibilidad de los productos a la apertura comercial; el desequilibrio de los mercados internos; la reconcentración, el costo elevado de la tierra, la herencia tardía de la tierra y la fragmentación de las parcelas en partes iguales según el número de hijos. 
Otra debilidad del proyecto de vida de los jóvenes trabajadores familiares es su baja escolaridad. A pesar de que los jóvenes y adultos minimizan la importancia de la educación básica y técnica en la actividad productiva, ésta es fundamental en las fases de la producción sostenible, industria y comercialización, manejo adecuado de las tecnologías de información y comunicación en una economía cada vez más abierta al libre mercado.
Finalmente,los jóvenes caracterizados como microempresarios son una expresión  exitosa de evolución de la categoría jóvenes trabajadores familiares sin pago, debido al apoyo que obtuvieron de sus padres para contar con espacio social y económico y haberlos  incorporado de manera temprana como sus propios socios, en vez de buscar socios adultos.  En este caso, los jóvenes cuentan con los recursos para la producción y posibilidades de acumulación para sus futuros hogares, lo que da viabilidad a sus proyectos de vida. Una debilidad, sin embargo, es que los jóvenes que trabajan por cuenta propia adolecen de escolaridad y nivel técnico, lo que les resta capacidades competitivas para administrar e innovar en los sistemas de  producción en tiempos de globalización y apertura comercial.
Conclusiones
La heterogeneidad de la juventud en un mismo territorio y en similares rangos de edad se manifiesta cuantitativamente una vez  que egresan  los jóvenes de la escuela primaria. Las juventudes identificadas por su situación ocupacional fueron las siguientes: asalariados, estudiantes de tiempo completo, trabajadoras del hogar sin remuneración, trabajadores familiares sin remuneración y  microempresarios.
La heterogeneidad se explica en gran parte por la situación ocupacional, decidida prácticamente en el momento del egreso de la escuela primaria, e influida por factores como la familia, los pares, los medios de comunicación, el sistema educativo y el contexto agro productivo.
Cada segmento de juventud identificado puede ser clasificado en una especie de gradación de los proyectos de vida, desde no viabilidad hasta la viabilidad plena. También se puede clasificar las juventudes en niveles que van desde los grupos más carenciados hasta los que tienen mayores potenciales, pero todos los rangos confrontan la necesidad de una atención diferenciada y sistemática por parte de la institucionalidad pública y privada,  en tramos de apoyo más cortos o más largos, según las circunstancias específicas.
Finalmente, es interés de este artículo insistir en que la clasificación de juventudes y su  viabilidad de proyectos de vida, puede ayudar a trazar rutas críticas en el diseño de política públicas diferenciadas para apoyar a cada segmento, además de una política general.
San José, agosto de 2013
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* Es licenciado en fitotecnia, especialista en fitoprotección, producción sostenible, extensión agropecuaria,  transferencia tecnológica y en dirección de programas y proyectos  de juventud. Actualmente trabaja como especialista en juventud rural - Convenio Interinstitucional en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura IICA MAG, Costa Rica.
 
 
 
 
 

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