Perú: Propuestas eleccionarias para la agricultura campesina | Land Portal

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Date of publication: 
Mayo 2016
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ISBN / Resource ID: 
IPDRS-Diálogos-171
Pages: 
4
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IPDRS

La importancia de la agricultura campesina familiar en el Perú y su contribución a la economía nacional han sido puestas en evidencia en el último censo agropecuario y a través de diversos estudios y comentarios de especialistas. No es casual que el tema esté presente en la reciente  campaña política. El autor describe los principales planteamientos al respecto de tres de las agrupaciones políticas en carrera. 
Las pequeñas unidades agropecuarias (UA), iguales o menores a cinco hectáreas, representan el 81.8% del total de UA, siendo mayoritariamente parcelas menores de una hectárea. Pero estos sistemas brindan oportunidad de trabajo a más de tres millones de trabajadores agrarios. Un estudio detallado revela que en el año 2012 la agricultura familiar contribuyó al 83% de la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada en el sector agropecuario, al 86% del valor de la producción agrícola y al 69% del valor de la  producción pecuaria; sólo por mencionar algunos de sus aportes, que se suman a otros relacionados con extensiones de tierra, género y al medio ambiente.
Estas son razones suficientes para considerar la agricultura campesina familiar como sector clave en las políticas nacionales vinculadas con el desarrollo rural. Sin embargo, las propuestas plasmadas en los planes de gobierno presentados en la campaña de las  últimas elecciones presidenciales reflejan que aún no se la valora en su real dimensión, y que existe un sesgo en el diseño de políticas, lineamientos y acciones de desarrollo. Estas minimizan su importancia y priorizan sectores o sistemas de agricultura de grande envergadura en valles costeños, orientados a la agroindustria y la exportación, relegando la pequeña agricultura familiar o comercial que ha ido desarrollándose con gran potencial y oportunidades de empleo e ingresos para sectores rurales con escasos recursos.
En Perú hay la tendencia de reconcentración de tierras, por medio de la cual grandes extensiones agrícolas (aproximadamente 60.000 hectáreas) en las zonas de costa, en manos de poquísimas empresas agroindustriales, con inversiones en grandes proyectos de riego, con recursos financieros y tecnología moderna, y en el marco de las políticas de competitividad agraria del gobierno. Al mismo tiempo, hay un alto y creciente número de pequeñas propiedades en condición de minifundio y con fuertes limitaciones de acceso a servicios de desarrollo, créditos, asistencia técnica, información y tecnología.
En este marco pueden verse rápidamente las propuestas de tres candidatos presidenciales, dos son las que alcanzaron mayor votación (Peruanos por el Kambio y Fuerza Popular), que medirán sus fuerzas en la segunda vuelta en los próximos días. La tercera tiene una posición diferenciada en la lectura del contexto económico y propuesta general (Frente Amplio).
Tres lecturas y propuestas
La agrupación Peruanos por el kambio ubica su propuesta en el contexto de desaceleración económica y plantea como gran objetivo “(…) recuperar el dinamismo económico”. Acepta las condiciones de desigualdad y necesidad de atención a zonas rurales al señalar que “(…) un60% de la pobreza en el Perú está concentrada en las zonas rurales”. Destaca su comprensión de la importancia del agro, especialmente de la agricultura familiar campesina en la economía y la seguridad alimentaria, por su capacidad para generar empleo y disminuir la pobreza. Por tanto, su voluntad para invertir en ésta tendría impactos que pueden “(…) traducirse en una mayor competitividad si al mismo tiempo construimos más infraestructura, fortalecemos la cadena de valor rural con más tecnología, mejoramos la calidad de los recursos humanos; y ponemos en práctica políticas inclusivas que promuevan la pequeña agricultura y la agricultura familiar”. También reconoce el alto grado de fragmentación de la propiedad como limitante para una adecuada organización de la producción, la provisión de servicios, la producción a escala y la productividad.
En función a ese diagnóstico,la agrupación Peruanos por el kambio propone que para reactivar la economía y dinamizar el agro es fundamental concentrar su accionar  en cuatro reformas: el desarrollo de la formalización de la economía, una nueva reforma tributaria, un programa de infraestructura que sea el impulsor del crecimiento de largo plazo y de la modernización del Estado, haciéndolo más eficiente y ofreciendo servicios de calidad.
Propone “Agro Próspero”, que incluye un “(…) programa de ayuda crediticia y técnica a los pequeños agricultores y asociaciones de productores, promoviendo mejores cultivos y procesamiento de los productos a través de parques industriales rurales, sistemas de almacenaje, albergues para los animales en altura, implementación de la Ley de Forestación con incentivos tributarios, proyectos de riego reservados para pequeños productores y sus asociaciones, títulos de propiedad confiables y defendibles, la modernización del COFOPRI y la implementación del Seguro Agrario. Muchas zonas rurales carecen de infraestructura básica tales como caminos, electricidad, agua potable y otros servicios esenciales”.
Entre los principales lineamientos estratégicos para el sector agrario, Peruanos para el Kambio señala: el Incremento de la rentabilidad y competitividad agrícolas, con énfasis en los pequeños productores y la agricultura familiar, con el fin de lograr mayor rentabilidad para el productor y mejor presencia en los mercados de destino; la Integración del pequeño productor agrícola al mercado. Mejorar la provisión de insumos y servicios, asistencia técnica, operación de cadenas de valor, Titulación masiva de predios rurales; el manejo sostenible de los recursos agua y suelos, y el desarrollo forestal racional y sostenible, plantaciones comerciales y su industrialización.
En cuanto a los mecanismos para la implementación operativa, la agrupación propone contar con la creación de SERVIAGRO con servicios para que la innovación y las nuevas tecnologías lleguen a los pequeños productores; el Programa SIERRA AZUL, para apoyar la construcción de obras dedicadas a la “cosecha de agua” en las partes altas de las cuencas; incrementar el capital de AGROBANCO con un aporte de 300 millones de soles para ampliar la cobertura del servicio de crédito a pequeños productores, y elevar el fondo de garantía para seguro agrario. Cada estrategia asignada con un monto de inversión.
En la propuesta de Peruanos para el Kambio destaca el planteamiento de promover actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación potenciando experiencias previas de fondos concursables, como el Fondo para la Innovación, Ciencia y Tecnología (FINCYT), el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) y el Fondo para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (FONDECYT), con las tareas básicas de construir una institucionalidad eficiente y sostenible en el tiempo; proveer más fondos para las actividades de investigación, desarrollo e innovación; y reformar el marco normativo y excelencia, que desarrollen actividades para sectores estratégicos y prioritarios para el país.
Por su parte, Fuerza Popular enfatiza las ventajas del periodo de bonanza y crecimiento económico como consecuencia de las reformas y las políticas económicas promovidas por Fujimori, caracterizadas por promover la economía de mercado y la competitividad.  En el conjunto de sectores económicos identifica la agricultura tradicional, junto con la pesca artesanal, el comercio y la minería informal, como sectores económicos que “(…) no han tenido las condiciones propicias para un desarrollo dinámico"; destacando  la existencia de una “Agricultura campesina familiar” de baja productividad y con limitaciones de crédito y una “Pequeña agricultura comercial” con problemas de mercados, precios e información frente al sector de agro-exportación, mayormente en grandes complejos agroindustriales en valles costeños, considerada como de mayor productividad y rentabilidad. 
Las propuestas de esta agrupación política giran básicamente en torno a la infraestructura de riego con micro y medianos reservorios y sugieren replicar el modelo organizativo y de gestión del Programa Sierra Productiva, promoviendo cultivos y producción pecuaria con apoyo para etiquetado que favorezca la calidad de la producción de leche.
Se plantean dos aspectos de la problemática del agro, el acceso al crédito vinculado con la informalidad de la propiedad agraria, por lo que se ofrece implementar programas de titulación de tierras para comunidades campesinas y nativas, y reflotar el AGROBANCO para otorgar créditos para la agricultura campesina familiar y pequeña agricultura comercial.
Si a estas propuestas sumamos las ofrecidas al sector de micro y pequeña empresa, rescatamos la oferta de promover “(…) el desarrollo del modelo Cooperativo, dotándolo de una legislación moderna y ágil que les permita competir en igualdad de condiciones con otras empresas del Sector Privado”, de hecho es un elemento importante en la evolución de las organizaciones agrarias de pequeños productores, y necesario de promover con mayor fuerza desde el Estado.
Aun cuando cada bloque y sector social y económico se presenta de forma independiente y aislada en su plan, nos atrevemos a suponer que se puede sumar a estas ofertas otros ítems que apuntan a “Generar condiciones para el desarrollo sostenible regional y la optimización de su potencial productivo” entre los cuales se enfatiza la inversión en infraestructura pública mediante asociaciones público privadas; Estas actuaciones se orientarán a cubrir el “(…) déficit de infraestructura productiva y social” fundamentalmente carreteras, caminos rurales, energía, internet, servicios de agua y saneamiento rural. Y asimismo el desarrollo de parques industriales y tecnológicos y la adecuación de la oferta de los centros de estudio superior a las cadenas productivas que respondan a los servicios productivos y a los contextos de cada región.
El Frente Amplio, por su parte, asume una posición más crítica sobre la política económica y el modelo de desarrollo implementados consecutivamente en los últimos gobiernos, al plantear que “La economía peruana atraviesa un proceso de estancamiento debido a una inadecuada política macroeconómica y la excesiva dependencia de exportaciones primarias del modelo económico imperante”. Asume también una posición crítica frente al modelo económico y sus limitaciones señalando que “La peruana es una economía poco diversificada y con enormes sectores de baja productividad, alta informalidad y bajos ingresos de la población, que no permite generar los empleos requeridos”.
El Frente Amplio plantea que “La pequeña y mediana agricultura -absolutamente mayoritaria en términos de cantidad de propietarios y productores, generación de empleo y abastecimiento del mercado interno, se encuentra abandonada”. Y señala como problemas relevantes la reconcentración de la propiedad en sistemas productivos agroexportadores de grandes corporaciones; la reducción de aranceles que genera competencia con los productores nacionales por la importación de alimentos baratos, el desmantelamiento del crédito agropecuario, servicios de asistencia técnica y capacitación pública.
En términos generales su propuesta está orientada a “Iniciar una profunda transformación de la economía peruana hacia una mayor diversificaciónde su matriz productiva hacia actividades económicas de mayor impacto en la creación de empleo y en la generación de amplios procesos de innovación tecnológica, mayor sostenibilidad ambiental y productiva, que es la única garantía para superar las cada vez más evidentes limitaciones del modelo primario-exportador”.
La“Promoción de la agricultura familiar en relación al fomento de la soberanía y seguridad alimentaria, la asociatividad, garantías para la producción nacional y el desarrollo del mercado interno, con asistencia técnica y apoyo para la innovación agraria resiliente frente al cambio climático”se traduce en declarar de interés público el desarrollo de una plataforma única y descentralizada de servicios de capacitación, información, asistencia técnica y apoyo empresarial en el agro y las zonas rurales del país; inversión en Infraestructura económica y social adecuadamente coordinado y articulado con las iniciativas de gobiernos regionales y locales; seguridad jurídica para todos los agricultores/as, comunidades campesinas y nativas, que la agricultura familiar y comunal cuente con recursos públicos y privados como el crédito agropecuario y rural utilizando los mecanismos legales existentes; conservación y protección jurídica de la diversidad biológica; promoción de la producción nacional; que lo agrario rural sea considerado como régimen especial en una nueva constitución política del Perú, y contar con un sub-gabinete de desarrollo agrario y rural compuesto por los ministros de agricultura, producción, desarrollo e inclusión social, transportes y comunicaciones, agua y saneamiento y comercio y turismo.
En conclusión
En general, todas las propuestas parten de la condición de desaceleración de la economía nacional, tanto por factores externos como por las limitaciones mismas del modelo y políticas económicas.
El desarrollo del agro cobra mayor relevancia en la medida en que se incrementa su participación en la economía nacional, Producto Interno bruto (PBI) y exportaciones. Sin embargo, es evidente la diversidad de sistemas y condiciones, una agricultura de punta que se favorece de las políticas de competitividad agraria y una pequeña agricultura familiar o comercial, con limitaciones de orden tecnológico, organizativo, financiero y de articulación comercial.
Los planteamientos para atender el sector de pequeña agricultura familiar o comercial, evidencia que aún no se ha comprendido su importancia, su aporte y su presencia en las dinámicas económicas nacionales. Por tanto son todavía débiles y aisladas de los demás sectores.  
Algunas propuestas planteadas son ofrecimientos interesantes y abren expectativas, pero se espera que en la práctica cuenten con la voluntad política, con el marco legislativo adecuado y con la asignación de recursos necesarios para su implementación. Los gremios agrarios deben asumir un papel de incidencia para obtener acuerdos y compromisos, y hacer el seguimiento respectivo.

Autores y editores

Author(s), editor(s), contributor(s): 

Carlos Sílva Velásquez

Publisher(s): 

El Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) es una iniciativa de la sociedad civil que nació en el año 2009 para promover enlaces, sinergias y acciones de desarrollo rural de base campesina indígena en la región sudamericana.


El IPDRS ejecuta proyectos, realiza consultorías y evaluaciones y gestiona servicios de fortalecimiento de capacidades de desarrollo rural en Sudamérica a través de las líneas de: INVESTIGACIÓN-ACCIÓN, COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO e INTERAPRENDIZAJE.

Proveedor de datos

El Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) es una iniciativa de la sociedad civil que nació en el año 2009 para promover enlaces, sinergias y acciones de desarrollo rural de base campesina indígena en la región sudamericana.


El IPDRS ejecuta proyectos, realiza consultorías y evaluaciones y gestiona servicios de fortalecimiento de capacidades de desarrollo rural en Sudamérica a través de las líneas de: INVESTIGACIÓN-ACCIÓN, COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO e INTERAPRENDIZAJE.

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