«Estamos cerca de la COP27 y todas las promesas anteriores no han llegado a los territorios indígenas»: Gregorio Díaz Mirabal | ENTREVISTA
- Del 5 al 9 de setiembre se realizará en Lima la V Cumbre Amazónica de los Pueblos Indígenas y el XI Congreso de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
- Mongabay Latam conversó con el líder indígena que encabeza la COICA sobre las expectativas de esta reunión, los problemas que enfrenta la Amazonía y los retos que han asumido los pueblos indígenas.
José Gregorio Díaz Mirabal, coordinador general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), está en Lima, Perú, para liderar la V Cumbre Amazónica de los Pueblos Indígenas. Sus tiempos son escasos en estos días previos porque debe asistir a múltiples reuniones preparatorias para el encuentro al que asistirán representantes de los nueve países amazónicos —Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa— y que comienza mañana lunes 5 de setiembre.
En medio de ese ajetreo, Diaz Mirabal se hizo un espacio para conversar con Mongabay Latam sobre esta cumbre que, como explica el líder indígena, dejará su esquema habitual de ser una reunión a puertas cerradas en las que solo conversaban los representantes de los pueblos indígenas, para convertirse en un evento abierto, en el que se espera la participación de representantes de gobiernos, expertos financieros, líderes ambientalistas y organizaciones de apoyo a los pueblos indígenas.
Diaz Mirabal espera que se tomen decisiones que se conviertan en hechos concretos para evitar que la Amazonía siga el camino de destrucción que ya han anunciado expertos y científicos. “Si guardamos silencio seguirá aumentando el índice de asesinatos, los ríos seguirán contaminándose con mercurio. Se dice que en la selva desaparecen 5000 metros cuadrados cada segundo y de seguir así ya no serán 5000, sino 20,000 cada segundo”, dice el líder indígena.
En esta conversación, Diaz Mirabal también vuelve sobre los distintos retos que ha tenido que enfrentar durante su gestión que termina este 9 de setiembre, justo al final de los cinco días de reuniones y debates en torno a la Amazonía —la Cumbre se realizará los días 5 y 6 de setiembre y del 7 al 9 continuará el XI Congreso de la COICA. “Hemos tenido dos años de pandemia (…) y realmente se puede decir que en nuestra gestión estuvimos en emergencia”, asegura el líder indígena, pero también menciona algunos logros como el haber conseguido ser recibidos por primera vez en el Vaticano y que durante el último Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) se haya aprobado la protección del 80 % de la Amazonía para el 2025.
Este lunes empieza la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas ¿Qué temas se van a abordar en esta cumbre?
Podemos decir que nuestra Cumbre Amazónica es un grito de la selva ante la emergencia que vivimos. Hemos convocado a esta quinta cumbre con el objetivo fundamental de tener un espacio de diálogo que termine en un plan de acción a corto, mediano y largo plazo, y nosotros estamos poniendo como eje central salvar la Amazonía en un 80 por ciento —porque ya el 20% está contaminado con mercurio, derrames petroleros, asesinatos deforestación—, para que al 2025 tengamos algunos indicadores de que se ha frenado un poco la deforestación; que se respeta la vida de los defensores y defensoras; que no haya asesinatos y que funcionen las normas para el tema de lotes petroleros, mineros y madereros. Todo esto como consecuencia de un financiamiento que viene de Europa, de Estados Unidos, China y Rusia hacia la Amazonía, sobre todo ahora con la guerra en Ucrania, porque necesitan recursos naturales para esa guerra y para sostener su modelo de desarrollo.
Entonces nosotros queremos indicadores para que todo esto se pueda regular, que la Amazonía no sufra los efectos de toda esa pandemia que acabo de nombrar. Ese es el objetivo de buscar este diálogo, hacer un plan de acción, pero que tenga presupuesto porque de lo contrario nos quedaríamos en el discurso. Para eso necesitamos a los aliados, y a los representantes de los bancos que hemos invitado. Y tenemos que decir que justamente en esta etapa previa, en los momentos finales de los debates para entrar a nuestra Cumbre y a nuestro Congreso, hemos sido testigos de una decisión muy importante en Perú, la publicación de un decreto supremo del Ministerio de Cultura sobre los pueblos indígenas en aislamiento voluntario [Perú declaró el reconocimiento de los pueblos indígenas en situación de aislamiento en la zona solicitada para la creación de la Reserva Indígena Napo, Tigre y Afluentes] que viene a reforzar la ley Piaci [Pueblos Indígenas en Aislamiento y
En esta conversación, Diaz Mirabal también vuelve sobre los distintos retos que ha tenido que enfrentar durante su gestión que termina este 9 de setiembre, justo al final de los cinco días de reuniones y debates en torno a la Amazonía —la Cumbre se realizará los días 5 y 6 de setiembre y del 7 al 9 continuará el XI Congreso de la COICA. “Hemos tenido dos años de pandemia (…) y realmente se puede decir que en nuestra gestión estuvimos en emergencia”, asegura el líder indígena, pero también menciona algunos logros como el haber conseguido ser recibidos por primera vez en el Vaticano y que durante el último Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) se haya aprobado la protección del 80 % de la Amazonía para el 2025.
Este lunes empieza la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas ¿Qué temas se van a abordar en esta cumbre?
Podemos decir que nuestra Cumbre Amazónica es un grito de la selva ante la emergencia que vivimos. Hemos convocado a esta quinta cumbre con el objetivo fundamental de tener un espacio de diálogo que termine en un plan de acción a corto, mediano y largo plazo, y nosotros estamos poniendo como eje central salvar la Amazonía en un 80 por ciento —porque ya el 20% está contaminado con mercurio, derrames petroleros, asesinatos deforestación—, para que al 2025 tengamos algunos indicadores de que se ha frenado un poco la deforestación; que se respeta la vida de los defensores y defensoras; que no haya asesinatos y que funcionen las normas para el tema de lotes petroleros, mineros y madereros. Todo esto como consecuencia de un financiamiento que viene de Europa, de Estados Unidos, China y Rusia hacia la Amazonía, sobre todo ahora con la guerra en Ucrania, porque necesitan recursos naturales para esa guerra y para sostener su modelo de desarrollo.
Entonces nosotros queremos indicadores para que todo esto se pueda regular, que la Amazonía no sufra los efectos de toda esa pandemia que acabo de nombrar. Ese es el objetivo de buscar este diálogo, hacer un plan de acción, pero que tenga presupuesto porque de lo contrario nos quedaríamos en el discurso. Para eso necesitamos a los aliados, y a los representantes de los bancos que hemos invitado. Y tenemos que decir que justamente en esta etapa previa, en los momentos finales de los debates para entrar a nuestra Cumbre y a nuestro Congreso, hemos sido testigos de una decisión muy importante en Perú, la publicación de un decreto supremo del Ministerio de Cultura sobre los pueblos indígenas en aislamiento voluntario [Perú declaró el reconocimiento de los pueblos indígenas en situación de aislamiento en la zona solicitada para la creación de la Reserva Indígena Napo, Tigre y Afluentes] que viene a reforzar la ley Piaci [Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial] en el marco de una situación muy compleja. Sabemos que estos avances son el resultado de la lucha y la presión de los pueblos ante tanta sangre y violencia hacia los pueblos indígenas, por tanto, este decreto es un buen referente.
¿Qué características particulares tendrá esta Cumbre y el XI Congreso de la COICA que se realizará en Lima?
Bueno, estamos viendo que es una cumbre disruptiva, un planteamiento que está quebrando los esquemas del mundo ante el caos climático —yo no le digo cambio climático, creo que eso es muy suave. Es una crisis que se está manifestando diariamente con la falta de lluvia, el frío calor, incendios. Esta cumbre va a elevar una voz ante esta gran crisis que estamos viviendo y que mucha gente no la quiere ver.
La gente está huyendo de los desastres naturales, incluido el caos económico, hay muchas migración, entonces, ante ello emerge la voz de los pueblos indígenas en su propia cumbre en América del Sur, porque muchas veces tenemos que ir a Europa a plantear nuestros problemas, pero ahora lo vamos hacer desde aquí y que ellos vengan a oírnos, esos son los retos de nuestra cumbre. Puede ser incómoda para mucha gente pero no podemos callar, ya no podemos seguir solamente con la protesta por todo lo que está pasando en América Latina, sino que estamos poniendo en la mesa un plan de acción de emergencia y confiamos en que lleguen muchos aliados para apoyarnos en este plan de acción.
¿Por qué dice usted que es una cumbre disruptiva?
Las cumbres anteriores no han sido de esta magnitud. Generalmente era una cumbre para hablar entre nosotros con muy poca gente invitada, éramos un poco cerrados. Pero esta cumbre es como para gritarle al mundo y estamos invitando a los responsables de lo que pueda pasar de ahora en adelante en la cuenca Amazónica. Queremos vernos las caras, con respeto, de manera intercultural, con todos los actores que puedan lograr que un plan de acción nos ayude en el objetivo de frenar un poco la deforestación, los impactos de los megaproyectos y todas las inversiones que están haciendo mucho daño en la Amazonía.
¿Quiénes son esos invitados?
Estarán nuestros representantes de los ocho países de la Amazonía. Desde el país con más territorio amazónico que es Brasil hasta los más pequeños que son las Guyanas, es decir, toda la estructura de la COICA. Como ustedes saben, nos manejamos en varios idiomas: holandés, inglés, portugués y español. Es una cumbre muy diversa que refleja a los más de 500 pueblos indígenas de América Latina para ver los temas clave como territorialidad, crisis climática, educación, género y, por primera vez, en 38 años de la COICA, se elegirá a un coordinador de la juventud de COICA.
Pero, además, hemos invitado a todos los gobiernos que se comprometieron en Glasgow [en la COP 26], empezando por el del Reino Unido. Hemos invitado al ministro Zac Goldsmith [Ministro para el Pacifico y Medio Ambiente en la oficina del exterior, Commonwealth (mancomunidad) y desarrollo, y el departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales] que dirigió las negociaciones sobre la financiación climática en la COP 26. Ojalá él pueda venir pero su equipo ya está comprometido para tocar el tema del seguimiento de la plataforma del sistema financiero que anunciaron, pero que todavía no ha llegado, y que involucra a los gobiernos de Noruega, Alemania, Holanda, Estados Unidos, que firmaron esa promesa de financiamiento del Banco Interamericano. Estamos luchando para que se deje de invertir en grandes infraestructuras y se haga un espacio para que los pueblos indígenas podamos desarrollar una nueva economía que respete la selva.
También estamos invitando a todos nuestros gobiernos de Sudamérica, a los ministerios del ambiente, a todos los aliados de COICA que nos ayudaron durante la pandemia con los fondos de emergencia, ellos vienen de Europa y Estados Unidos. Las expectativas son muy altas porque la gran mayoría ha confirmado su presencia. Entonces es un reto sacar un plan de acción de la COICA —que generalmente es de nosotros y sin presupuesto— pero ahora lo vamos a tratar de construir con ellos y con apoyo, ese es el objetivo final.
Usted ha mencionado los grandes problemas de la Amazonía, ¿se están agudizando?
Si guardamos silencio seguirá aumentando el índice de asesinatos, los ríos seguirán contaminándose con mercurio. Se dice que en la selva desaparecen 5000 metros cuadrados cada segundo, pero si seguimos así, parece que ya no serán 5000, sino 20,000 cada segundo. El agua potable que es la vida, el oxígeno que sale de la Amazonía para el mundo, si no paramos la deforestación por todas las causas, lamentablemente, vamos a un desastre, primero para nosotros y luego para el mundo, porque podremos desaparecer como pueblo, pero con ello también se va el agua, el oxígeno y la vida para la humanidad. Esa es la magnitud y nosotros estamos planteando una economía que respete que los árboles sigan de pie y un fortalecimiento a las comunidades para que puedan hacer realidad sus planes de vida y que puedan tener esperanza y oportunidades, que no sientan que son ignorados en su propio país.
¿Qué acciones concretas van a proponer en la cumbre?
Cada país tiene sus propuestas porque cada Amazonía es distinta, no podemos hacer un plan único para toda la cuenca amazónica. Cada región, cada país, cada pueblo tiene su plan de vida. Esta es una cumbre de soluciones para una Amazonía viva y ellos traen sus planteamientos para cada tema como crisis climática, titulación, consulta previa, derechos, mujeres, jóvenes, educación, salud, nuevas tecnologías de comunicación para que se conviertan en un apoyo a los planes de vida que se construyeron en los pueblos y que necesitan hacerse realidad.
Sobre las deficiencias en el financiamiento, ¿cuál es la propuesta de los pueblos indígenas?
Estamos cerca de la COP27 y todas las promesas anteriores no han llegado a los territorios indígenas, están en proceso de negociación pero con una lentitud increíble. Hay organizaciones que han captado los fondos pero no son organizaciones indígenas. Han dicho que para que los pueblos recibamos los fondos necesitamos un fortalecimiento económico y administrativo. Estamos trabajando duro en eso y en esta cumbre aspiramos presentar una plataforma financiera que sea creíble para que puedan llegar a esos fondos. Por ejemplo, grandes donantes como Jeff Bezos y los ministerios de Europa van a evaluar eso. Creo que esta Cumbre será importante porque, posiblemente, vamos a tener grandes anuncios en esa materia.
Los últimos estudios indican que la deforestación y degradación de la Amazonía ya alcanzan un 26% de la región, ¿hay posibilidades para detener esta destrucción?
Nosotros estamos en sintonía con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) y el de biodiversidad. Este año la COP27 y la COP15 están en sintonía con lo que decimos. Los científicos de la cuenca amazónica de RAISG dicen que sí es posible, siempre que haya voluntad política; leyes fuertes, no como ahora que no se cumplen; y financiamiento específico sobre todo para apoyar a la ciencia y el conocimiento de los pueblos, porque está demostrado que los conocimientos indígenas han permitido que ese 80% de los territorios mejor conservados corresponde a los lugares donde están los pueblos indígenas, pero necesitan de la ciencia occidental. Pero hay un problema, creo que estamos llegando 8000 millones de habitantes en la tierra, de los cuales la mayoría está en India, China, Rusia y Estados Unidos y son los que más consumen energía fósil, los que más contaminan el planeta, mientras que nosotros que somos poquitos en comparación con las población mundial, somos lo que más conservamos y entregamos la vida por salvar el planeta. Eso tiene que cambiar, las universidades, las escuelas para niños, tienen que crear la mentalidad de un nuevo ser humano que pueda convivir con la naturaleza.
¿Cuál es la responsabilidad de los gobiernos en los problemas ambientales?
Los países más irresponsables son nuestros gobiernos, y pongo de ejemplo el de [Jair] Bolsonaro [de Brasil], ejemplo de la peor crisis del planeta que sigue dando concesiones petroleras, mineras y permitiendo la invasión de tierras indígenas. Continúa emitiendo leyes en contra de la naturaleza, con gobiernos como ese, ¿hacia dónde podemos ir como cuenca amazónica? Y si pensamos Ecuador, donde hay una mesa de diálogo con los pueblos indígenas, pero todavía el gobierno sigue presionando para que se den concesiones petroleras. Es increíble que con todos los datos que hay, cuando todos los gobiernos deberían tener un plan más bien de restauración y de sanación de la naturaleza, hacen lo contrario, quieren seguir deforestando y destruyendo el planeta.
Al iniciar la entrevista habló del avance que ha tenido Perú en las decisiones sobre los pueblos en aislamiento, pero a nivel regional, ¿cuál es la situación de los PIACI?
Perú está a la vanguardia mundial con la Ley Piaci, pero como dijimos, en América Latina las leyes parece que se hacen para no cumplirlas, entonces es un reto. Felicitamos al gobierno de Perú pero que la implementación tenga fuerza y autoridad para hacer cumplir las leyes. En América Latina es triste el tema de los pueblos en aislamiento voluntario. Hace dos semanas los pueblos indígenas de Ecuador, donde hay dos pueblos en aislamiento voluntario, han demandado a su gobierno porque no quiere cumplir estándares y quieren seguir entregando lotes petroleros en las regiones donde habitan los hermanos en aislamiento voluntario. En Brasil, donde hay más pueblos en aislamiento voluntario, la situación es terrible. Esperemos que haya un cambio, pero hasta el momento la visión de todos los gobiernos amazónicos es seguir invirtiendo en combustibles fósiles.
Usted ha mencionado la guerra entre Rusia y Ucrania ¿Cómo esta crisis afecta a la Amazonía?
Cada vez que hay una guerra la Amazonía tiembla y sufre porque gran parte del petróleo que sale a los países, entre comillas, desarrollados, va para esas guerras. Ahorita China necesita petróleo de Sudamérica para su lucha con Estados Unidos por la hegemonía mundial y necesitan los minerales estratégicos o minerales raros, como los llaman, que se requiere para las nuevas tecnologías, que también están en la Amazonía. Cuando hay una confrontación, una lucha de poder y hegemonía mundial, la que sufre es la Amazonía. Por eso pedimos a los gobiernos que tengan una nueva política hacia el medio ambiente y la naturaleza. Nuestros países están endeudados con Europa, Estados Unidos y China, y nosotros proponemos que reconozcan a la naturaleza como parte de condonación de la deuda. Se ha planteado miles de veces, pero todavía no es una realidad.
Hablemos de igualdad de género, ¿cuánto se ha avanzado en el tema mujer en los pueblos indígenas?
Las mujeres de los nueve países han hecho una cumbre previa y ahora traen sus propuestas. Algunas cosas ya se han logrado como el hecho de que en la COICA, el 50% de los delegados sean mujeres. Ahora quieren que se refleje también en la gobernanza, que los consejos de gobierno sean de hombres y mujeres en igualdad de condiciones. También quieren implementar un plan de acción que refuerce lo que están haciendo las mujeres en los territorios, en la economía y en todo lo que representa la lucha de la mujer amazónica.
Ha mencionado también que por primera vez se elegirá a un representante de los jóvenes para la COICA.
En el Congreso pasado, los jóvenes pidieron un espacio y manifestaron que no tienen oportunidades en la Amazonía, que deben salir de su territorio para estudiar. Entonces en el congreso pasado se aprobó y ahora se va a implementar que dentro del Consejo de Gobierno de la Coica haya un representante de la juventud de los nueve países. Si queremos garantizar la lucha por el territorio en la Amazonía son ellos, los jóvenes, quienes pueden decidir sobre un plan de acción a 20 o 30 años. Y si la lucha debe continuar en la Amazonía, los pueblos indígenas tienen que dar oportunidad a los jóvenes.
Usted está por cumplir su periodo como coordinador general de la COICA ¿Cuál es el balance de todos estos años?
Estoy hasta el día 9 de setiembre. Y bueno, cuando fuimos electos jamás pensábamos que iba a ser una gestión con tantas pandemias. Nosotros hemos tenido dos años de pandemia, un año de incendios, y realmente se puede decir que en nuestra gestión estuvimos en emergencia, pues hemos enfrentado además de la pandemia y los incendios, todos los asesinatos, porque nunca antes se había visto tanta violencia en la Amazonía como en este periodo. Yo digo que fue un postdoctorado en la lucha de los pueblos indígenas. Hubo levantamientos en Ecuador, en Brasil, en Perú, tuvimos que atender casos extremos de violencia, de discriminación. Pero también, por primera vez, la COICA fue recibida en el Vaticano; estuvo también en las conferencias de cambio climático con una fuerza que nunca se había visto antes y se lograron acuerdos grandes como el fondo de emergencia para la pandemia.
Creo que lo más importante es que se visualizó de nuevo a la Amazonía, con problemas, con incendios, con pandemia, pero vieron que aquí están los pueblos indígenas luchando y el mundo volvió la mirada hacia la importancia de la Amazonía para el planeta. Y que en un congreso mundial de áreas protegidas se apruebe por primera vez en la historia una propuesta indígena de salvar la Amazonía. Creo que no han sido logros solo de mi gestión, sino que hemos sido todos, porque tuvimos que activar a los nueve países y fuimos animadores e impulsores de sus propuestas
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