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Es indudable que en la actualidad estamos viviendo un fenómeno climático llamado en tiempos modernos como “Cambio Climático”, cuya evidencia científica es irrefutable. Las causas de este fenómeno mundial se atribuyen al aumento exponencial de las concentraciones de emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera resultantes de las actividades humanas, entre otras, las provenientes del cambio de uso del suelo y por degradación forestal. Los bosques, a más de la prestación de bienes que ofrecen, tienen un rol fundamental en la estabilidad climática global. Sin embargo, pese a la importancia evidente de estos ecosistemas, su gestión sigue siendo deficiente en muchos países en vías de desarrollo como es el Ecuador. En el país , anualmente se pierden por deforestación aproximadamente 47.497 hectáreas netas de bosque, que corresponden a una emisión neta anual de 22´045.681 tCO2eq, y de 1´363.578 tCO2eq por degradación forestal, causada principalmente por la ampliación de la frontera agrícola -ganadera-,y por la tala selectiva de especies forestales comerciales especialmente sobre el bosque húmedo, ubicándole a este sector como la segunda fuente de emisión de GEI en comparación a otros sectores económicos del Ecuador. Los resultados de la investigación determinan la existencia de incentivos negativos que están presentes tanto en las reglas del aprovechamiento forestal sostenible del país, como también en las acciones de los actores de la cadena de valor de la madera, lo que permite aun a los usuarios del bosque aprovecharse de estas para continuar con la degradación insostenible de los bosques del Ecuador. Las tasas de deforestación son elevadas aún y los procesos de degradación forestal van en aumento. Finalmente, la investigación permite visibilizar al rol del Regente Forestal como un actor clave de aseguramiento de un buen manejo forestal sostenible y por ende importantísimo en las acciones de mitigación frente al cambio climático, pero que sin embargo bajo la legislación forestal actual no encuentra las condiciones favorables que le permiten ejecutar correctamente las actividades que le fueron encomendadas a él, encontrando como motivación mayor la relación de tipo económica-laboral que tiene con el intermediario de la madera o conocido también como maderero, quien influye en su accionar final.