Barómetro Global de Datos:
Un nuevo punto de referencia crítico sobre la gobernanza de los datos a nivel nacional, la capacidad de los datos, su disponibilidad, y el uso de datos para el bien público
Barómetro Global de Datos:
Un nuevo punto de referencia crítico sobre la gobernanza de los datos a nivel nacional, la capacidad de los datos, su disponibilidad, y el uso de datos para el bien público
El estudio realizado en Colombia, Brasil, Perú, Indonesia y República Democrática del Congo, concluyó que sus Gobiernos están dando prioridad a la reactivación de las economías afectadas por la pandemia, mediante la implementación de políticas que favorecen la desregularización de las actividades extractivas y que ponen en riesgo la vida misma de los pueblos indígenas y de la vida silvestre.
Por Clara Sánchez
No habrá hambre cero en 2030
Malasia comprende dos masas de tierra principales. La Malasia peninsular (u occidental) limita con Singapur (a través de puentes terrestres) y Tailandia, mientras que la Malasia oriental, en la parte norte de la isla de Borneo, limita con Brunei e Indonesia. La Federación de Malasia se formó en 1948 y se independizó de la soberanía británica en 1957. Malasia se constituyó como una nueva Federación en 1963, incorporando los estados de Singapur (temporalmente hasta 1965), Sarawak y Sabah.
Indonesia tiene 17.508 islas, de las cuales unas 6.000 están pobladas [1]. Las cinco islas principales son Sumatra, Java, Kalimantan, Sulawesi y Nueva Guinea. Hay dos grandes grupos de islas (Nusa Tenggara y Maluku) y sesenta grupos de islas más pequeñas. La superficie total es de algo más de 1,9 millones de km2[2] . Su situación geográfica frente al Sudeste Asiático continental hace que el país sea especialmente susceptible a las catástrofes naturales, incluido el cambio climático[3]. Indonesia es el cuarto país más poblado del mundo, con más de 270 millones de habitantes. Más de 140 millones de personas viven en Java, lo que la convierte en la isla más poblada del mundo. También es el mayor país musulmán del mundo, con un 87% de la población[4].
From large land acquisitions that displace communities without due compensation, to the encroachment of mining on indigenous lands, to the brunt of climate change and natural disasters, to everyday land and property deprivation by kin or state, women are typically more harshly impacted by land tenure insecurity due to discriminatory laws and lingering social bias.
Learn more about common challenges concerning Land & Gender.
Conflict is a major cause and, in some cases, result of humanitarian crises. Conflict frequently overlaps with underlying social inequalities, poverty and high levels of vulnerability. Conflicts are direct threats to food security as they cause massive loss of life and therefore loss of workforce (which is particularly important, as agriculture tends to rely heavily on human labour), loss of vital livestock, and loss of land. Conflicts displace millions of people each year, often forcing them to flee with nothing and making them extremely reliant on the communities that offer them shelter and humanitarian aid. This can place unsustainable pressure on hosting communities that often face high levels of food insecurity and struggle to make ends meet.