Isipotindi toma la estrategia de obtener tierras para nuevos asentamientos humanos en perspectiva de la reconstitución territorial del pueblo guaraní. El fortalecimiento de sus instituciones propias permitió acceder a la tierra donde la población pudiera desplegar su modo de vida y liberarse de las condiciones de semi-esclavitud en las que se encontraban en las estancias ganaderas.

La comunidad ha gestionado y financiado la titulación de su territorio sin apoyo externo. Se trata de una empresa comunitaria con impactos económicos, sociales y ambientales dentro del Parque Nacional Madidi, lo cual es reconocido tanto en Bolivia como en el exterior del país, puesto que además se trata de la primera empresa de ecoturismo indígena, manejada por una comunidad entera.

La subdivisión del espacio familiar y la no disponibilidad de un registro adecuado, generó disputas por la ocupación de la tierra. Las nuevas generaciones de la comunidad enfrentan la situación retomando niveles de decisión colectiva y promoviendo la acción comunal con el fin de actualizar los derechos de propiedad, a través de la construcción de pactos internos y la negociación voluntaria.