El asesinato de un activista en México tensa la consulta convocada por López Obrador sobre una central energética. Opositores al proyecto roban una decena de urnas
Por: Jon Martín Cullel
Por: Jon Martín Cullel
Por Laura Islas
La crisis de violencia y de impunidad por la que atraviesa México ha convertido la labor de proteger el medio ambiente en una de las más letales y peligrosas, especialmente para las mujeres activistas, quienes no sólo son víctimas de los agresores, sino también de las autoridades que las revictimizan, problemática que aún no se sabe cómo enfrentará el nuevo gobierno
BERTA CÁCERES, ASSASSINATED in her home in March 2016, was just one of hundreds of Latin American environmental activists attacked in recent years. At least 577 environmental human rights defenders (EHRDs) were killed in Latin America between 2010 and 2015 – more than in any other region. In addition to violence, EHRDs suffer legal threats and harassment, severely impeding their work. Before Cáceres' murder, she faced trumped-up charges due to her opposition to hydroelectric dams on her indigenous community's territory.
“It is up to me to follow in the same footsteps as my father walked, so that they’ll give us back our land again.”
- Ramón Bedoya, Colombia
“The desire for justice and reparations for the fallen defenders, for their families, and above all that this never happens again—that is an energy that compels you to keep working.”
– Isela González, Mexico
La organización Front Line Defenders ha documentado 821 casos de Defensores de Derechos Humanos (DDH) asesinados en los últimos cuatro años, desde que empezó a establecer un listado general a nivel mundial en cooperación con ONG nacionales e internacionales. El 79% de este total se produjo en seis países: Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras, México y Filipinas. La gran mayoría de estos casos no ha sido debidamente investigada, y sólo unos pocos responsables de estos crímenes han sido llevados ante la justicia.
FRONT LINE DEFENDERS has documented 821 human rights defenders (HRDs) who have been killed in the four years since we started producing an annual global list in cooperation with national and international NGOs. Seventy-nine percent of this total came from six countries: Brazil, Colombia, Guatemala, Honduras, Mexico, and the Philippines. The vast majority of these cases have never been properly investigated, and few of the perpetrators of the killings have been brought to justice.
CDMX. 27 de julio de 2018.- ‘Es fundamental para nuestro país la intervención de la SEDATU para el desarrollo del campo mexicano, ya que los esfuerzos están enfocados en mejorar los mecanismos para este sector de la población mexicana’: Francisco Chew Plascencia.
El subsecretario de Desarrollo Agrario Gustavo Cárdenas Monroy dijo que en este gobierno siempre habrá disposición para escuchar y dar una solución pacífica a los conflictos sociales del campo.
Sin Embargo
When more than 1,200 land rights experts converge on the World Bank’s Washington, DC headquarters today for the 18th Annual Land and Poverty Conference, participants from government, civil society groups, private sector and donor agencies will focus on how they can use data and other evidence to reform land policies, identify strategies for expansion and find ways to monitor progress.
By Julia Christian, Forest Governance Campaigner for FERN
Michoacán’s indigenous communities’ greatest resource is their forests. And they defend them with their lives.
Hoy los pueblos indígenas viven el mayor embate en su contra: sus montes y recursos naturales están en la mira de empresarios, locales y extranjeros, que cuentan con la anuencia de las autoridades mexicanas. La mayoría de las comunidades originarias padecen, además, miseria y discriminación. Pero también están construyendo formas de lucha efectivas para preservar su integridad como colectividades
Por Guillermo Castillo (Contralínea)